Las hojaldras panameñas son uno de los desayunos más emblemáticos de la gastronomía de Panamá. Este delicioso pan frito, crujiente por fuera y esponjoso por dentro, es un acompañante infaltable en las mesas panameñas, especialmente en las mañanas y ocasiones especiales.
Historia y origen de las hojaldras
Las hojaldras tienen raíces en la influencia española y se han convertido en un símbolo de la cocina tradicional de Panamá. Aunque su preparación es similar a la de otras masas fritas en Latinoamérica, la versión panameña tiene un sabor y textura únicos. Se pueden disfrutar solas o con acompañamientos dulces y salados, lo que las hace sumamente versátiles.
Un plato versátil para cualquier momento
Las hojaldras son ideales para el desayuno, pero también se pueden servir como merienda o acompañamiento en comidas más sustanciosas. En Panamá, es común degustarlas con queso, huevos revueltos o carne, aunque también se disfrutan con miel o mermelada para los amantes de lo dulce.
El secreto de una buena hojaldra
Lograr la hojaldra perfecta depende de la técnica al preparar la masa y la temperatura del aceite al freírlas. Deben inflarse ligeramente y obtener ese dorado característico que las hace irresistibles. Su textura suave y aireada en el interior contrasta maravillosamente con su capa exterior crujiente.
Hojaldras en la cultura panameña
Más allá de ser un simple plato, las hojaldras representan un vínculo con las tradiciones familiares. Muchas generaciones han aprendido a hacerlas de la mano de sus abuelas y madres, lo que convierte su preparación en un acto de amor y legado gastronómico.
Si aún no has probado las hojaldras panameñas, estás perdiéndote una joya de la cocina típica. Ya sea que las prefieras dulces o saladas, cada bocado te transportará a la esencia de Panamá.
Hojaldras
Equipos
- Tazón
- Caldero
- Báscula
- Espumadera
Ingredientes
- 220 gramos de harina de trigo todo uso
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 15 gramos de mantequilla sin sal
- 1 taza de agua o leche
- Aceite vegetal para freír
Instrucciones
- En un tazón grande, mezcla la harina, el polvo para hornear, el azúcar y la sal. Agrega la mantequilla y desmenúzala con los dedos hasta que se integre con los ingredientes secos.
- Vierte poco a poco el agua o la leche, mezclando con las manos o con una espátula hasta formar una masa suave y homogénea.
- Amasa durante unos 5 minutos hasta que la masa esté elástica y lisa. Cubre con un paño y deja reposar por al menos 30 minutos.
- Divide la masa en porciones pequeñas y estíralas con las manos o con un rodillo hasta obtener discos delgados e irregulares.
- En una sartén profunda, calienta suficiente aceite a temperatura media-alta. Fríe las hojaldras una por una, dándoles la vuelta cuando comiencen a inflarse y dorarse.
- Retira del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Sirve calientes y disfruta con tu acompañamiento favorito.
