La crème brûlée es uno de los postres más emblemáticos de la repostería francesa, conocido por su delicado sabor y su irresistible textura. Este postre combina una suave crema de vainilla con una fina capa de caramelo crujiente, creando un contraste que deleita a los paladares más exigentes. Perfecta para ocasiones especiales o simplemente para darse un capricho, la crème brûlée es una muestra de cómo la simplicidad puede resultar en una obra maestra culinaria.
La crème brûlée, que literalmente significa «crema quemada», tiene una historia que se remonta al siglo XVII. Aunque Francia, España y el Reino Unido tienen sus propias versiones de este postre, fue Francia quien popularizó la crème brûlée que conocemos hoy en día. Con su sofisticación y elegancia, este postre se convirtió rápidamente en un símbolo de la alta cocina francesa.
El proceso de preparación de la crème brûlée es un arte en sí mismo. Después de mezclar cuidadosamente la crema de leche con las yemas de huevo, el azúcar y la vainilla, la mezcla se vierte en moldes y se hornea lentamente al baño maría. Esta técnica de cocción suave y lenta es esencial para obtener una crema suave y sedosa sin grumos. Una vez que la crema se ha enfriado, se espolvorea una capa fina de azúcar sobre la superficie y se quema con un soplete hasta que se carameliza, creando una cáscara crujiente y dorada.
La crème brûlée es un postre versátil que puede ser disfrutado solo o acompañado de frutas frescas, galletas o incluso helado. También se puede experimentar con diferentes sabores, como café, chocolate, lavanda o pistacho, para darle un toque único y personal.
La experiencia de disfrutar una crème brûlée es única. Romper la capa crujiente de caramelo para revelar la crema suave y rica debajo es un momento que muchos esperan con ansias. La combinación de texturas y sabores hace que cada bocado sea una delicia.
La crème brûlée es más que un simple postre; es una expresión de la sofisticación y la maestría de la cocina francesa. Con su delicada crema y su crujiente capa de caramelo, este postre es perfecto para cualquier ocasión especial o para disfrutar en cualquier momento que desees un toque de elegancia. Atrévete a preparar esta receta y sorprende a tus invitados con un postre que es tan delicioso como hermoso.
Crème Brûlée
Equipos
- 6 Ramequines
- Bowl
- Colador
- Olla
- Batidor globo
- Horno
- Bandeja para horno
- Soplete de cocina
- Tabla para picar
- Cuchillo de oficio
Ingredientes
- 500 gramos Crema de leche
- 105 gramos Azucar blanco
- ½ unidad Vaina de vainilla partida por la mitad y con las semillas raspadas
- 4 unidades Yema de huevo
Instrucciones
- Calienta el horno a 150 °C
- En una olla mediana mezcla la crema de leche con 40 gramos de azúcar y la vainilla (la vaina dividida en dos y las semillas) y cocina a fuego medio hasta que empiece a hervir. Retira del fuego y con la olla tapada, deja reposar por 5 minutos.
- En un tazón, mezcla las yemas de huevo con 40 gramos de azúcar y cuando la crema de leche haya reposado los 5 minutos retírale la vainilla y mézclala poco a poco sobre las yemas sin dejar de revolver con un batidor globo.
- Cuela la mezcla y divídela en 6 partes iguales, poniendo cada porción en un ramequin. Pon los ramequines en una bandeja y agrega agua caliente hasta cubrirlos a la mitad.
- Hornea por 40 ó 45 minutos. Retíralos de la bandeja y déjalos reposar a temperatura ambiente hasta que se enfríen. Refrigéralos por 2 horas o hasta el momento de servir. (los puedes tener hechos, refrigerados hasta por dos días antes de servir).
- Al momento de servir, distribuye el azúcar restante en cada ramequin y con la ayuda de un soplete carameliza el azúcar. Deja reposar 4 minutos y sirve de inmediato.
Por fin subes una receta de postre! Además Creme Brulee mi favorito!!!!!!!
Gracias John!
Lo acabo de preparar, me quedo delicioso! Mil gracias por esta receta