En un caldero mediano, a fuego medio, agrega 80 gramos de mantequilla, ½ unidad de cebolla cabezona blanca finamente picada y 1 cucharadita de ajo finamente picado. Cocina estos ingredientes hasta que suden, no deben dorarse. Agrega pimienta negra a tu gusto y los espárragos cortados en bastones medianos, déjalos sudar con la mantequilla, la cebolla y el ajo durante un par de minutos. Añade 450 mililitros de agua caliente y cocina a fuego medio, con el caldero tapado, hasta que los espárragos estén completamente blandos. Una vez los espárragos estén blandos, apaga el fuego y déjalos reposar.
Para licuar la crema, con la ayuda de una espumadera, agrega los espárragos al vaso de la licuadora y añade la mitad del agua de cocción, reservando el resto. Licúa los espárragos empezando con la velocidad más baja y con la licuadora tapada con una toalla de papel y la tapa de la licuadora, sin el accesorio del centro. Licúa durante un par de minutos. La idea es obtener una mezcla cremosa y lisa. Cuela la crema y con la ayuda de una espátula extrae todo, descartando únicamente las fibras que puedan quedar.
En ese momento, revisa la textura de la crema y, si está muy espesa, ajusta la textura con un poco del agua de cocción que reservaste durante el proceso de licuado. Pon la crema en el caldero nuevamente, ajusta el sabor con sal marina y pimienta negra a tu gusto, y cocina a fuego bajo sin dejarla hervir de manera enérgica.
Para servir, calienta a fuego alto en una sartén mediana 15 mililitros de aceite de oliva y saltea allí 125 gramos de setas Enoki o Shiitake hasta dorarlas bien, ajustando el sabor con sal marina y pimienta negra molida. Sirve la crema dividida en 4 porciones iguales y termina con las setas y unas gotas de aceite de oliva o aceite de oliva aromatizado con albahaca.