Las cebollas encurtidas tienen un sabor agridulce y ligeramente picante. Se caracterizan por su color rosa intenso, cuentan con una textura crujiente y un sabor fresco que complementa perfectamente algunas proteínas. Son un ingrediente muy popular en diversas recetas de la cocina mexicana.
Corta las 4 unidades de cebolla cabezona roja en julianas finas y resérvalas en un recipiente con tapa.
En una olla mediana, mezcla 500 mililitros de vinagre de manzana con 1 hoja de laurel, 1 cucharada de sal marina y 1 cucharada de azúcar. Lleva esta mezcla al fuego a temperatura media.
Calienta una sartén pequeña a fuego medio. Una vez esté caliente, apaga el fogón y tuesta ligeramente las semillas de cilantro, el comino y la pimienta. Una vez que las especias hayan desprendido sus aromas, mézclalas con las cebollas cortadas en julianas.
Cuando la mezcla con vinagre empiece a hervir, apaga el fuego y vierte la mezcla sobre las cebollas. Tapa el recipiente y conserva la preparación a temperatura ambiente hasta que estén frescas, lo que suele tomar alrededor de 1 hora. Luego, tras ese tiempo mínimo, trasládalas a la nevera y déjalas reposar durante al menos 2 horas, o hasta el momento de usarlas.