Pela las papas y córtalas en láminas delgadas con el cuchillo o con la ayuda de una mandolina.
Pon las papas en un caldero con el aceite frio hasta que queden cubiertas y las llevas a un fogón a temperatura media y cocinas hasta que las papas estén al dente (7 minutos aproximadamente). Cuando las papas estén, sácalas del aceite con la ayuda de una espumadera y resérvalas en un colador para que se escurran.
En una sartén a fuego medio, calienta dos cucharadas del aceite en que hiciste las papas y sofríe la cebolla hasta que quede transparente. Sazonas con sal marina y pimienta negra molida a tu gusto. Cuando la cebolla esté la retiras de la sarten y la mezclas con la papa. Revisas el sabor y de ser necesario, ajustas con sal marina a tu gusto.
En un tazón mediano, con la ayuda de un batidor, mezclas muy bien 5 huevos y los sazonas con sal marina a tu gusto.
En un tazón mediano pones la papa y le mezclas los huevos batidos. Integras muy bien la mezcla.
En una sartén a fuego medio/alto calientas una cucharada del aceite en el que hiciste las papas y apenas esté caliente agregas la mezcla de papa, cebolla y huevo. Con la ayuda de una espátula, organizas todo en la sartén. Cocina a fuego medio/alto por un par de minutos y luego bajas la temperatura a fuego bajo y cocinas por 12 minutos.
Pasado ese tiempo te aseguras que la tortilla no se haya pegado y con la ayuda de una tabla pequeña le das la vuela, organizando nuevamente con una espátula la forma de la tortilla, y la cocinas por 10 minutos a fuego bajo. Al final subes un poco el fuego para darle un color uniforme. La retiras de la sartén y la puedes servir caliente, tibia o fría.