Estos pasteles de nata son uno de los postres más populares en Portugal, y los más célebres son los que se preparan en el barrio de Belém, en Lisboa. Durante mi viaje tuve la oportunidad de probar varias versiones y, entre todas esas experiencias, aprendí una receta que hoy quiero compartir contigo.
114gramosde mantequilla sin sal, a temperatura ambiente y dividida en tres partes iguales
Para el almíbar
170gramosde azucar blanco
75gramosde agua
1astillade canela
La cáscara de un limón
Para la crema
40gramosde harina de trigo
½cucharaditade sal
345mililitros de leche
6yemasde huevo
1cucharaditade esencia de vainilla
Instrucciones
Masa hojaldrada
En un tazón, mezcla la harina, la sal y el agua fría hasta obtener una masa homogénea y pegajosa. Ajusta con un poco más de harina o agua si es necesario.
Amasa ligeramente durante 1–2 minutos sobre una superficie enharinada hasta formar una bola. Cubre y deja reposar de 15 a 20 minutos.
Estira la masa en forma de cuadrado de 3 mm de grosor. Unta ⅓ de la mantequilla sobre ⅔ de la superficie, dejando un borde libre. Dobla en tercios como si cerraras una carta.
Gira, espolvorea más harina y repite el estirado. Vuelve a untar otro ⅓ de mantequilla y dobla en tercios nuevamente.
Coloca la masa en una bandeja con papel y congela durante 10 minutos.
Estira por última vez, unta el resto de la mantequilla, enrolla en forma de cilindro, sella con plástico y refrigera mínimo 2 horas o preferiblemente toda la noche.
Almíbar
En una olla pequeña coloca el azúcar, el agua, la rama de canela y la cáscara de limón. Lleva a hervor a fuego medio sin remover. Cocina hasta que el almíbar alcance entre 100 °C y 102 °C. Retira del fuego y deja enfriar.
Crema y montaje
En una olla mezcla la harina, la sal y la leche con un batidor hasta que no queden grumos.
Cocina a fuego medio, batiendo constantemente, hasta que espese ligeramente (aprox. 5 minutos). Retira del fuego y deja enfriar 10 minutos, tapada a piel para evitar la formación de nata.
Incorpora las yemas y mezcla bien. Añade el almíbar y la vainilla, integrando con cuidado. Cuela la mezcla y resérvala en una jarra.
Precalienta el horno a 288 °C (550 °F) y engrasa una bandeja para muffins de 12 cavidades.
Corta el cilindro de masa en 12 porciones iguales. Coloca una pieza en cada cavidad con el espiral hacia arriba.
Humedece el pulgar en agua fría y presiona el centro de cada espiral, extendiendo la masa hacia los bordes del molde hasta que sobresalga levemente.
Llena cada tartaleta con la crema, sin llegar al borde (¾ de su capacidad).
Hornea durante 12 ó 15 minutos, hasta que la masa esté dorada y la superficie de la crema se vea con algunas “quemaduras”. Retíralos del horno y déjalos reposar a temperatura ambiente. Sírvelos cuando aún estén tibios, con una poco de canela o azúcar en polvo.