En una olla grande, a fuego alto, pon a hervir 4 litros de agua con 40 gramos de sal marina.
Calienta una sartén pequeña a fuego medio. Apenas la sartén esté caliente, apagas el fogón y pones la pimienta en pepa para calentarla un poco.
Con la ayuda de un mortero, tritura muy bien la pimienta.
Ralla el queso por la parte más fina del rallador.
Cuando el agua esté hirviendo de manera enérgica, cocina 400 gramos de espagueti, siguiendo las instrucciones del empaque de tu marca favorita, hasta obtener la pasta al dente.
Faltando unos dos minutos para finalizar la cocción de la pasta, en una sartén grande fría, pones el queso y le agregas un poco del agua de cocción de la pasta (1/2 taza aproximadamente) y con la ayuda de una espátula vas mezclando para formar una salsa espesa. En este paso es importante que trabajes con la sartén fría, sin prender el fogón.
Escurre la pasta del agua, reservando un poco del agua de cocción para darle textura a la salsa mas adelante de ser necesario.
Agrega la pasta a la sartén y prende el fuego a temperatura baja. Revuelve muy bien con la ayuda de la espátula para crear la emulsión. Si sientes que la salsa está muy seca, vas agregando agua de la cocción de la pasta poco a poco hasta lograr la textura deseada.
Apenas esté, sirves de inmediato con un poco mas de queso recién rallado y pimienta negra tu gusto.