Corta la pechuga de pollo en cuatro filetes delgados, dividiendo cada lado de la pechuga en dos. Sazona los filetes con sal marina y pimienta negra al gusto. Deja marinar durante 5-10 minutos.
En una sartén a fuego medio, pon 50 gramos de mantequilla, ½ cebolla blanca cortada en julianas y 3 dientes de ajo aplastados con el cuchillo. Una vez que la cebolla esté transparente, agrega los filetes de pechuga y 250 mililitros de vino blanco. Tapa la sartén y cocina hasta que la pechuga de pollo esté firme. Debido al corte delgado, el tiempo de cocción puede ser de 5 a 10 minutos.
Una vez que el pollo esté cocido, retíralo de la sartén y déjalo enfriar a temperatura ambiente.
Mientras el pollo se enfría, corta 2 unidades de manzana verde en cubos pequeños, conservando la piel, y agrégalos a un tazón mediano. Añade 30 gramos (2 cucharadas) de miel y revuelve bien.
Corta 2 tallos de apio en cubos del mismo tamaño que la manzana y mézclalos en el tazón junto con la manzana.
Corta los filetes de pechuga de pollo en cubos del mismo tamaño que la manzana verde y mézclalos en el tazón con la manzana verde y el apio.
Agrega 100 gramos de mayonesa, 50 gramos de mostaza y 30 gramos de yogur sin azúcar. Revuelve muy bien los ingredientes con una cuchara y ajusta el sabor con sal marina y pimienta negra al gusto. Sírvela de inmediato o resérvala en el refrigerador hasta el momento de servir.
Para servirla, esta ensalada se puede mezclar con pasta corta o sobre unas tostadas de pan. Si deseas llevarla como parte de un menú de lonchera, asegúrate de que se mantenga a una temperatura fresca.