Calienta el horno a 200 °C
Sazona las chuletas de cordero con 2 - 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen, ½ taza de hojas de romero fresco, sal marina y pimienta negra al gusto. Deja marinar a temperatura ambiente por 30 minutos.
En un mortero, agrega 2 cucharadas de aceite de oliva y ½ taza de hojas de menta, macéralas muy bien y mézclalas con el yogur sin dulce. Sazona con sal marina y pimienta negra a tu gusto. Mantén la salsa en refrigeración hasta el momento de servir.
Pela las papas y córtalas en rodajas de 1 cm de gruesas. Pon las papas en una refractaria o bandeja que pueda ir al horno, haciendo solo una capa; sazónalas con 3 cucharadas de aceite de oliva, el zumo de 2 limones y ¼ taza de agua fría. Llévalas al horno y deja cocinar por 40 minutos o hasta que las papas estén blandas.
Mientras tienes las papas en el horno, asa las berenjenas a fuego directo, asegurándote de darles vuelta para quemar la totalidad de la piel. Apenas las berenjenas estén con la piel quemada, ponlas en una refractaria y tápalas muy bien usando papel transparente. (también las puedes poner en una bolsa tipo ziploc); la idea es que el vapor ayude a terminar la cocción, además de ayudar a despegar la piel.
Cuando las berenjenas estén tibias, pélalas con la punta un cuchillo pequeño y córtalas en láminas dejándolas unidas en la punta. Sazónalas con 2 cucharadas aceite de oliva, 2 cucharadas de vinagre de vino blanco, pimienta de cayena y sal marina al gusto. Resérvalas hasta el momento de servir.
Para servir: asa las chuletas de cordero a tu termino de cocción favorito en la plancha o sartén gruesa a temperatura alta. Este procedimiento lo debes hacer por tandas para evitar que se baje la temperatura de la sartén o plancha y así garantizar que queden bien selladas. Sírvelas de inmediato acompañadas con las papas al horno, la salsa de yogur y las berenjenas asadas.