Pela y corta las berenjenas en cubos medianos.
Corta cada cuarto de los corazones de alcachofa, dividiendo cada uno en tres partes.
En una paellera mediana a fuego medio-alto, calienta 2 cucharadas (30 ml) de aceite de oliva. Una vez que el aceite esté caliente, coloca las berenjenas en una mitad de la paellera y en la otra mitad coloca los corazones de alcachofa. Sazona con sal marina y pimienta negra al gusto.
Una vez que las berenjenas comiencen a dorarse, con la ayuda de una espátula las revuelves y agregas sobre ellas una cucharada (15 ml) más de aceite de oliva. Con la ayuda de unas pinzas, les das la vuelta a los corazones de alcachofa; la idea es dorar bien estos ingredientes.
Una vez que los corazones de alcachofa y las berenjenas cortadas en cubos estén dorados, revuelve bien estos ingredientes. Abre un pequeño espacio en la paellera y añade 1 cucharadita (5 ml) de aceite de oliva. Sobre el aceite, agrega el ajo y deja cocinar por unos segundos; después, revuelve con el resto de los ingredientes. Añade el curry, tuéstalo ligeramente y mézclalo con el resto de los ingredientes. Agrega el tomate frito y el caldo y te aseguras de mezclar muy bien todos los ingredientes.
Cuando el caldo empiece a hervir de manera enérgica, agrega el arroz, asegurándote de distribuirlo muy bien en toda la paellera y añade las alcaparras. Cocínalo a fuego medio-bajo durante 20 minutos o hasta que el arroz esté al dente o a tu gusto. Si ves que es necesario, puedes agregar un poco más de caldo, pero evita revolver el arroz.
Apenas el arroz está a punto de cocción, apaga el fogón y retíralo del fogón.
Sírvelo de inmediato, acompañado de brotes frescos de rábano y un poco de aceite de oliva.