• Coloca el agua tibia en un tazón grande y agrega la sal, revuelve hasta que se disuelva completamente en el agua. Añade una cucharada de aceite vegetal e incorpora gradualmente la harina de maíz precocida, mezclando constantemente para evitar que se formen grumos. Amasa la mezcla durante unos minutos hasta obtener una masa húmeda, blanda y fácil de trabajar.
• Divide la masa en porciones iguales y forma bolas de aproximadamente 80 gramos. Coloca cada bola en el centro de una bolsa de plástico ligeramente engrasada y aplasta cada bola con una tabla hasta formar discos de aproximadamente 7 mm de grosor. Si tienes un molde de corte o algo similar, ajusta el tamaño a tu gusto para perfeccionar el corte de los bordes o ciérralos con la mano.
• Casca cada uno de los huevos y pásalos por un colador para eliminar el excedente de clara. Añade un poco de sal a los huevos colados.
• Calienta el aceite a 190 grados centígrados. Fríe las arepas una a una. Cuando la arepa empiece a flotar y se infle, dale la vuelta. Fríe por unos segundos más y retira del aceite.
• Coloca sobre papel absorbente. Haz una pequeña incisión en la arepa con la punta de un cuchillo. Deja caer el huevo dentro de la arepa y cierra con cuidado la apertura. Con la espumadera, lleva la arepa rellena al aceite nuevamente, dejándola caer poco a poco. Fríe por aproximadamente un minuto o minuto y medio, luego dale la vuelta y continúa friéndola hasta que el huevo esté completamente cocido.
• Sirve las arepas de huevo recién fritas en un plato. Acompáñalas con una pequeña cantidad de la crema agria.

Para la crema agria

• Coloca la crema de leche en un tazón. Agrega un poco de sal y pimienta al gusto. Mezcla bien los ingredientes. Añade el zumo de limón y mezcla. La crema se espesará de inmediato. Deja la crema agria en refrigeración hasta el momento de utilizarla.